martes, 6 de agosto de 2013

Çakât al-fitr

En las fechas en las que nos encontramos casi todos los musulmanes habrán hecho llegar a los más necesitados la contribución conocida como çakât al-fitr. Pero conviene repasar el sentido de esta práctica.  Se trata de un obsequio simbólico en alimentos que se ha de dar al final del mes de Ramadán. En un principio se usó como medida para pesar los alimentos un sâ´ (medida para granos que equivale a 2 kilogramos y medio), siguiendo el siguiente hadîz del profeta, saaws:

Narró Ibn ´Omar, que Al·lâh esté complacido con los dos: “El Profeta, saaws, estipuló el pago de çakât al-fitr en un sâ´ de dátiles, o de cebada; a ser pagado tanto por el esclavo como por quien sea libre, hombre y mujer, por los musulmanes jóvenes y ancianos. Estableciendo que se entregara antes de dirigirse la gente a la salât (al-´Îd).” Recogido por Bujâri.

Actualmente, se suele pagar la parte correspondiente a este peso para que la gente pueda comprar con él aquello que necesite. Aunque haya quien siga dando este regalo en forma de alimentos.

Los compañeros del profeta, saaws, solían entregarlo dos o tres días antes del día del ÎdRelató Nâfe´ Mulâ Ibn ´Omar, que Al·Lâh esté complacido con ambos: “la solían entregar dos o tres días antes de acabar el mes de Ramadân” Narrado por Bujârî. Y el último momento para su pago es salât al-Îd, como relataran Ibn ´Omar e Ibn ´Abbâs, que Al·lâh esté complacido con ambos.

Esta çakât sirve para generalizar la alegría de Îd al-Fitr. Por eso su pago se realiza antes de cumplir con la oración del fitr para que llegue a quienes más la necesiten y poder así celebrar este día.

Al mismo tiempo, esta medida ayuda a subsanar los distintos errores en al-`ibâda a los que muchas veces se ve forzado el musulmán cuando observa el ayuno. Lo que es fácil de percibir cuando se recurre al significado del verbo çakkû/çakkâ “prosperar, crecer, acrecentar, purificarse…” que incide tanto en la nafs de quien realiza la donación como en su cuerpo.

Tampoco se puede dejar pasar inadvertido el carácter igualatorio de esta práctica: casi todos los musulmanes la entregan, pero quien entrega una sola parte (al no poder dar más) podría recibir hasta tres por ser de los más necesitados. Lo que acentúa su participación en el tejido social abandonando ese sentimiento de ser una carga para los demás, y la aflicción que deriva del mismo. Y de ahí que su significado también sea el de "hacer prosperar a los demás."