Allâhumma,
protégeme con Tu observación que no se fatiga, auxíliame en Tu refugio del que no
se puede huir y guárdame bajo Tu poder para que no perezca, pues eres mi
Esperanza.
Rabbî, cuánta prosperidad y gracia nos has concedido aun quedando en
la insignificancia nuestro agradecimiento. Y con cuántas aflicciones nos has
puesto a prueba mermando nuestra serenidad en las mismas.
Aquel
que no me priva cuando cesa mi agradecimiento. El Que no me abandona cuando con Sus pruebas mengua mi paciencia y Quien no me descubre cuando me encuentro extraviado.
Tú, que eres Poseedor de una amabilidad que nunca se agota, y Cuyos
concesiones no pueden albergarse en número alguno. Te Pido que (desciendas Tu paz sobre el profeta Muhammad y el linaje de Muhammad). Y en Ti busco refugio de quienes te son más hostiles.
Narrado por al-Dilmîy en Musnad al-Firdaws a través de AlI,
que Allâh esté complacido con él en Kanz 3441
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